The Borderline

El día había estado muy tenso, un par de explosiones habían atacado la ciudad y eso había puesto a los ciudadanos en un ambiente hostil, de todas maneras a Sophie le daba igual, sabía que ese día llegaría desde que su padre había decidido meterla a aquel sótano a los 11 años y había visto como se trataba a una persona que no pertenecía a su familia.

Dio otra calada a su cigarrillo y exhaló profundamente, adentro los ocupantes de aquel bar no parecían preocupados mas que por beber, ligar y disfrutar totalmente la noche a base de cualquier cosa. Miró fijamente a un chico que le veía al otro lado del callejón y le guiñó el ojo para después darle la espalda y dar un par de pasos, se disponía a entrar de nuevo en el lugar cuando repentinamente una explosión se escuchó y una bola brillante coronada por humo negro se vió en dirección al palacio real; en ese momento los ocupantes de la calle se quedaron callados por algunos segundos en los que la música proveniente del bar se escuchó de fondo.
Tocó su bolso para sentir el móvil, estaba segura de que le llamarían en cualquier segundo.
La gente comenzó repentinamente a despertar de la sorpresa y a correr y gritar, algunos fuera del callejón, otros entrando al bar, Sophie se pegó a la pared con cara de fastidio esperando que desalojaran el área para no ser golpeada por algún cobarde huyendo a toda velocidad. Era imposible, mientras más había tardado en salir del callejón éste se había llenado de gente asustada corriendo para tratar de abandonar el lugar y refugiarse en casa.
La rubia sintió como alguien la tomaba fuertemente del brazo y soltó un par de palabrotas hacía el o la que lo había hecho mientras volteaba para identificarle.

Una de las patas de los lentes de sol la tenía dentro de los labios, apenas entreabiertos, el lugar no era de su gusto normal por eso estaba pensando bajar o encender de nueva cuenta el automóvil, largarse de ahí y buscar algo con mas clase, apegado a sus gustos. La razón se impuso en Samui, después de las explosiones que sucedieron en el día la ciudad era un caos, el caos engendraba más caos y era lo que el Al Khalifa venía buscando. Caos dentro del caos que chocará para explotar en una onda expansiva-destructiva.

Decidió finalmente que era mejor ahí, pocas probabilidades de que alguien lo conociera, reír a gusto a pesar de las desgracias (o a raíz de estas) que se cernían sobre la ciudad era tentador más sin ser reconocido. Un pie fuera del auto colocándose los anteojos colgados en la camisa. Dos pasos había dado apenas cuando otra explosión retumbo, la espiral de humo ascendiendo desde el Palcio Real, la sonrisa burlona se acentúo en los labios de Samui. Entre toda la confusión algo resaltaba, la cabellera dorada pegada al callejón.

No tuvo lío en abrirse paso a base de caminar como si el terreno le perteneciera, la cogió del brazo fuertemente haciéndola girar -Con esa boquita besas a tu papi, Sophie inquirió burlonamente ante la retahíla de palabras que salieron de la boca de la rubia. La conocía a base de haberse pasado la vida entera peleando con su hermano y de coincidir al moverse en el mismo estrato social -Mira nada mas donde vengo a encontrarte, no es un buen lugar para tí, lindura

Apenas terminó de escuchar la primera frase rodó los ojos y forcejeó para liberar su brazo de la mano del chico que ahora había reconocido debido a su voz. Le miró retadora mientras seguía escuchando lo que le decía.
- Puedo asegurarte que mi boca es mucho más decente que la tuya Samui.- apesar de los títulos y el respeto debido al miedo que le demostraran los demás para Sophie era solo un niño rico más que gustaba de gastar el dinero de su padre en licor, prostitutas y todo tipo de costosos caprichos. -¿ Qué pasa, es que no has conseguido ninguna puta que te divierta tan asquerosamente como te gusta?.- preguntó aún sin lograr liberar su brazo de la captura del pelinegro - Deberías darte una vuelta por el club sur, han llegado unas musulmanas, son tu raza, seguro harán cosas que te gusten.- escupió con coraje sin haber logrado soltarse y viendo fijamente con molestia al chico.
De fondo solo escuchaba chillidos de gente que aún trataba de desalojar el lugar y un par de patrullas que parecían acudir al lugar del atentado.

Observó divertido a la rubia jalar su brazo para liberarlo de su férreo agarre. Le causaba gracia que se comportará como lo que era, una pequeña fiera salvaje -Creo que son igual de indecentes Sophie, cuando quieras las podemos comparar burla combinada con altanería se hallaba presente en la voz del Al Khalifa. Le divertía la manera de comportarse altanera, arrogante y diva que tenía la Pinault, ella si hacía honor a la fama de su familia no como el enclenque de Henry. Rió y soltó el brazo de la rubia al escuchar su pregunta, por lo inesperado del movimiento esta trastabillo pero Samui fue rápido y la tomo de la mano evitando que cayera

-Hoy no se me antoja esa clase de compañía metió ambas manos en sus bolsillos y se inclinó para hablarle al oído Para este día en que "Good Save the Queen" remarco el sarcasmo en las últimas palabras -Prefiero compañía con pedigree, como la tuya

- Te imaginaba más regocijado Khalifa.- respondió la rubia al escuchar el último insulto de su arrogante acompañante - ¿Cuántas armas tuvo que traer papi desde sus preciosos desiertos? .- preguntó burlonamente viendo la reacción de su compañero, después de todo tras varios años de verlo en los bares y burdeles de su padre había aprendido un par de cosas que le sacaban de quicio - Déjame adivinar.- dijo cruzando los brazos y acercando su brazo derecho a su cara con el dedo índice extendido hacia su boca - Le ha dicho a tu pequeño hermano que él llevara a cabo la operación por que su hijo mayor no sabe apuntar ni una pistola...- Chasqueó la lengua tres veces con gesto reprobatorio - Si hubieses dejado de golpear tipas y te hubieses dedicado más al negocio familiar te aseguro que ahorita te sentirías más extasiado que antes... Cachorrito.- La última palabra la susurró violentamente pegando sus labios peligrosamente al lóbulo del chico, aspiró su olor, afrutado con canela y pimientas, tan típico de él.

-¿Quién dijo que tuvo que traerlas? una ceja se levanto ligera, casi imperceptiblemente. La cara del Al Khalifa cambio tornándose ligeramente peligrosa al escuchar el insulto velado hacia su persona. Lo que odiaba más en el mundo era ser comparado con Ismael, debía ser al revés, era su hermano el destinado a vivir bajo la sombra de Samui, no viceversa. Tomó a la rubia con una mano por la cintura acercándola a su cuerpo para después tirarse él mismo hacia adelante dejando a Sophie atrapada entre la pared del callejón y él mismo.

Retiro con la otra mano el cabello que caía sobre su cuello y recorrió la extensión de este con la punta de su nariz desde la base hasta el oído -Siempre se puede aprender algo nuevo, Phie. Aunque tú debes saber mucho sobre negocios familiares, ¿donde más que en los burdeles de tu familia ibas a practicar tu adicción al sexo, las drogas y los excesos? ¿Te pone que te paguen? separo la cabeza lo suficiente para observarla, evaluándola -Mmm... Si, sacaría la chequera por ti una sonrisa sardónica en sus labios -No estás tan mal, experiencia no te falta, medianamente valdrías la pena.

Sonrió sarcástica y lujuriosamente al escuchar a Samui perder la paciencia. – Me pone más que me dé tu hermanito.- dijo rodeando el cuello del chico con ambos brazos y acercándose más a él.
El callejón se había quedado casi desierto, y las sirenas de las patrullas y ambulancias ya se tornaban lejanas, que mal, le daban una mejor ambientación a la noche. – No te alcanzaría con lo que puedes poner en la chequera, para todo lo que sé hacer, lástima que los golpeadores como tú no sean mi tipo.- dijo soltándole y escurriéndose de su lado por debajo – No me subestimes, eso es algo que ya deberías haber aprendido principito.- comenzó a caminar para salir del callejón, después de todo la fiesta no podría continuar ahí, que cobarde era la gente de esos días.

-¿Ismael? - una risotada escapo de la boca de Samui al preguntar eso, su rostro adquirió un aire divertido -Pensé que tenías mejores gustos Phie sintio las manos de la rubia rodeando su cuello y acercando su cuerpo mas no se inmuto, no era ni de cerca la primera vez que Samui y Sophie se encontraban, a la Pinault le gustaba jugar y eso él lo sabia bien. -¿No me digas? el sarcasmo con un deje de superioridad era mas que notorio en la voz de Al Khalifa -Te sobrevaloras, princesita, dudo que realmente sepas hacer algo cuando juegas con puro niño. No me durarías ni para el arranque dejo que se liberara.

Casi saliendo del callejón la alcanzo de nuevo, la tomo fuertemente por el hombro y la obligo a girar hacia él -No dije que podías irte, no seas maleducada Sophie, ¿que diría papi si sabe que su hijita huye con la cola entre las piernas? la burla era presente en cada palabra -Pensé que eran otras cosas las que te gustaba meter entre ellas se sonó el cuello con la otra mano y le dirigió una mirada divertida -Descuida, no me van las desabridas y la diversión que quiero hoy es de otro tipo, si estas interesada te enseñaré un mundo que dejará tus correrías como simples juegos de infantes

-Con la cola entre las piernas vas a tener que regresar tu a darle explicaciones a papi de qué es lo que hacías mientras su hijo menor se encargaba de darle el placer de destrozar medio Londres.- contestó la rubia tras oír el comentario del chico, dio un paso hacia atrás para terminar el contacto que mantenían y le vio con sorna, ese musulmán claramente se estaba pasando con esos comentarios ¿qué se creía para ofenderla de ese modo? - Te vas a quedar con la duda de cuanto aguantaría, los niños de hoy saben hacer tantas cosas que tu no podrías… ve a jugar con tus carritos, no creo que sepas lo que son los verdaderos undergrounds, papi solo se preocupó por mantenerse en el palacio y los burdeles elegantes, está más que claro que no eres bueno para nada, si no no estarías buscando que hacer para divertirte.- sonrió dulce y tiernamente al hico para finalizar la oleada de sarcasmo que acababa de liberar y se dio la vuelta nuevamente, dudaba que Samui la siguiera de nuevo, esperaba haber herido su orgullo lo suficiente para que irritado comenzara la diversión real ¿ A dónde la llevaría… al este, al sur? Soltó una carcajada de solo pensarlo, no creía que el principito supiese divertirse de verdad.

-No seas aburrida Pinault y busca un nuevo tema para fastidiar, no hables de lo que no sabes el tono de hastío en Samui era evidente, hasta ahora le paso las comparaciones con su hermano, la rubia podía decir que le estaba yendo bien mas todo tenía un límite. El Al Khalifa se tronó los dedos de la mano con gesto aburrido, comenzaba a pensar que fue mala idea acercarse a esta niña, evidentemente era eso lo que era. -Si fuera tú ni hablaría tanto, hasta ahora es todo lo que has sacado de tú boca, palabras sin fundamento. comenzaba a aburrirse de ese juego, la actitud prepotente de la rubia, no le constaba nada de lo que decía, mientras no lo hiciera serían siempre palabras al viento.

Samui se harto cuando le dio de nuevo la espalda, la alcanzó jalándola por el brazo de manera ruda, antes de que Sophie se diera cuenta su cuerpo se hallaba sobre el hombro del Al Khalifa doblado por la cintura, algunas personas voltearon a ver, no les tomo importancia. Camino de manera decidida al auto y la aventó en el asiento trasero, las puertas no se abrían desde adentro. Rodeó el auto y subió al asiento del conductor -No debiste abrir la boca, Phie piso el acelerador a fondo y se alejo por la calle

- ¿Qué te pasa pedazo de imbécil?.- gritó Sophie apenas pudo incorporarse en el asiento trasero del auto del chico - ¿Quién demonios te crees para tomarme de esa forma?.- Se sentía indignada por el trato del chico; sintió que esbozaba una sonrisa de manera triunfante, cruzó los brazos y se desparramo en el asiento ¿A dónde la llevaba, al sur... al este? eso no era nada si quería demostrarle crueldad... podía parecer una pobre niña mimada por papi, pero la realidad era que también tenía su carácter y disfrutaba infinitamente hacer lo que su padre le había enseñado. Después de un par de minutos se aburrió de estar sentada en el asiento trasero y escuchando un par de palabras molestas por parte del chico se pasó al asiento de enfrente sin importarle que los tacones de aguja pudiesen dejar marca en los asientos de piel -¿Qué?.- preguntó altiva ante la molestia del chico.- Ya sé que ser chofer es tu real vocación, pero no iba a quedarme esperando en el asiento trasero a ver que aburrida barbaridad se te iba a ocurrir.- Soltó enseguida mientras trataba de reconocer el lugar en el que ahora estaban. Vió la salida del metro en Sloan Square y supo que iban hacia el sur... ¡Aburrido! - Da vuelta en u.- ordenó - Da vuelta en U.- pidió alzando un poco más el tono de voz, ese castaño obstinado nunca acataba ordenes - Que des vuelta en u carajo.- gritó arrebatandole repentinamente el volante y haciendo que el carro girase para regresar por el camino que ya había recorrido, escuchó un par de claxons sonar freneticamente y al chico empujarla de regreso a su asiento pero no se inmutó, le miró con una sonrisa - Dirígete a Hampstead Heath, hazme caso por esta vez, sé que no te vas a arrepentir.- pidió interrumpiendo los regaños histericos del chico tras haberle hecho eso a su auto... naturalmente era lo único que le importaba, los transeúntes y demás conductores podían irse mucho al infierno.